Tuesday, November 21, 2006


recortesnauticos

Hoy voy a escribir sobre un velero denominado "Chiflón".

Llegó a Paraná en pleno apogeo de las canoas a vela, para resolver dos problemas: navegar contra la correntada del río (4-5 Km por hora) y contar con un monotipo de competencia.

En aquellas epocas las canoas se adaptaban para los cruceros aguas abajo, pero su peso, falta de orza, la barranca y las islas que tapan el viento, complicaban los entrenamientos e imposibilitaban las competencias.

Acá en la zona no se concibe ninguna actividad naútica, sino es por medio de la competición. Parecería que navegar por placer sirve solo un poquito, necesitas una chapa... que te destaque. Pasó hace 50 años y pasa hoy....

El Chiflón era un velerito para dos personas, de 3,75 mts de eslora y 7 metros cuadrados de superficie vélica (con una vela mayor y un foque para la proa). De aspecto corto y ancho fué diseñado por el Señor Horacio Boletta y lo denominó así por una variedad de garcita que habita nuestros bañados, arroyos y ríos....

Era una embarcación ágil, liviana, segura, dócil y en particular brisero por lo que fué adoptado rapidamente por los amantes a la vela.

Fué concebido en un principio, de madera, de mástil y botavara huecos, orza de viraró con disco de plomo.

Emilio Jerichau fué el primer constructor local. Además todo un pionero como Timonel y Maestro. Se constituyó el barco en un referente escuela. Podía navegarse sin dificultades en solitario. La actividad de este velero se desarrolló desde 1955 hasta l975, navegando en la zona 14 o 15 Chiflones.

Los timoneles que lo surcaron, el propio Jerichau, Carlos Martinez Lacabe (desaparecido joven aún por un cruel enfermedad vive entre nosotros...su recuerdo) Los hermanos Beltzer, Amado Coccato, su sobrino Juan Carlos (mi primo hermano de quién fuí tripulante....) Amilcar Vicentín, José Saunit, Hugo Mendoza, Victor Elías, Abelardo "negro" Raimundo, Rubito Ubiría, Víctor Juarez, Sergio Idelson, Beto Gutierrez y Pablo "Toti" Cabrera. Olvidaba a Coco Bourdin amigo de mi primo ,el Coco Quiroga, los hermanos Ferreira, el Sr Mari, Miguelito Meza (este llegó a remontar el río hasta Corrientes Capital y bajar hasta Rosario para luego volver...) Los que todavía están, están con sus veleros más modernos y son expertos navegantes. Una reliquia deportiva...

Un recuerdo inolvidable. La Revista del Club recordaba estos episodios que vuelco hoy en el blog, en su número 191.

Ellos, escribieron sin duda una página hermosa en la navegación a vela

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